Las ciudades van a cambiar, los espacios de oficina y comercio se van a transformar, pero desde el punto de vista del negocio de Bienes Raíces, ¿cuáles son las tendencias para el 2021?

Los precios de los inmuebles en ciudades con alto índice de concentración de población se elevaron de forma indiscriminada en los últimos 50 años y en una forma irreal en los últimos 20, eso va a cambiar gradualmente durante los próximos 5 a 10 años.
El rostro de las ciudades va a cambiar, porque las familias ya no necesitan estar cerca del lugar de empleo, porque quizá las visitas a la oficina se reducirán a una o dos a la semana, en algunas ocasiones a una vez al mes y algunos otros podrán trabajar sin siquiera conocer las oficinas de la empresa para la que laboran.
Las empresas que eran quien contrataban los recursos humanos y proporcionaban los recursos materiales y medios de producción acaban de descubrir lo bien que se puede trabajar a distancia con muchos de sus colaboradores, sobre todo en áreas administrativas y comerciales.
Los colaboradores ahora aportan además los medios de producción y pueden moverse a cualquier lugar del mundo y trabajar para una empresa al otro lado del mundo con solo tener buen internet y ahora proporciona los medios de producción, esto les da una libertad impresionante, una comodidad única pero también lo mete a competir con un mercado internacional que puede hacer teletrabajo desde cualquier punto del planeta quizá por la mitad del salario que ahora el colaborador recibe.
Una realidad sigue siendo regla y es que Bienes Raíces seguirá siendo el Rey de las Inversiones, solo que ahora la famosa ubicación dejará de ser la estrella.
A partir de 2021 se van a valorar más los espacios, las comodidades, la luz natural, las ventanas, los espacios de oficina en casa, los espacios de estudio y esparcimiento para los niños, la seguridad, la salud, la limpieza, el evitar las aglomeraciones, en fin, lo que siempre debió ser mas importante.

Los precios inflados se van a desinflar con una triste decepción para quien apostaba por el crecimiento desmedidos y desordenado que hasta ahora tuvieron las grandes ciudades. Muchas personas cambiaran de lugar de residencia y muchas otras dejaran de tener una residencia fija. No, no van a desaparecer las ciudades ni los centros comerciales para siempre, pero si cambiaran sus formas de operar y serán cada vez menos deseados esos espacios hasta ahora indispensables.
Reinventarse ha sido siempre la realidad del desarrollo arquitectónico, transformar materiales en espacios y esos espacios en experiencias debió ser siempre el objetivo y hoy nos toca regresar a las bases y entender que creamos los lugares donde sucede la vida, donde la gente se enamora y desenamora, donde ríe y donde llora, hoy como siempre le damos espacio al transcurrir de la vida; solo que será de manera más consciente, más responsable y más amable con el usuario y con el medio ambiente.
El negocio de Bienes Raíces será ahora más grande, llegará a más espacios, con nuevos diseños y parte de la transformación es que deberá ser más enfocado en la experiencia de vida de cada uno de los espacios, en esta transformación todos ganamos, incluso algunos actores de esta exitosa industria desaparecerán, aquellos que no han tomado la responsabilidad de lo que significa ser constructor.
El constructor, el arquitecto, el creador del concepto es quien da forma y color a las ciudades, diseñamos los espacios donde transcurre la vida de la gente y va a tener éxito en esta industria quien tome conciencia de la importancia de esta noble labor; pasará de ser el negocio del mínimo espacio, al negocio del mejor espacio.
Invertir en Bienes Raíces seguirá siendo la inversión más solida, pero las opciones han cambiado y solo las empresas que lo entienden van a sobrevivir. RN
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